
“Luz Obscura”, de la portuguesa Susana de Sousa Dias, es una ceremonia de duelo. La memoria de una familia remite a las prácticas criminales de la policía política de la dictadura de António de Oliveira Salazar. Es una memoria quebrada e incierta, hecha de separaciones y dolor.
La trama de las evocaciones y las texturas del luto permanente adquieren forma y consistencia en la densidad del blanco y negro, en la desaceleración de las imágenes panorámicas del mar, en las miradas de los seres desaparecidos que se clavan en los ojos del espectador para interpelarlo, y en la recurrencia de los fundidos que oscurecen la pantalla una y otra vez.
El desconsuelo es profundo y la reconciliación con el pasado resulta imposible.
Ricardo Bedoya