El martes 5 de noviembre se exhibirá, en versión restaurada, The Last Movie, de Dennis Hopper, en el auditorio del Instituto Cultural Peruano Norteamericano de Miraflores. Aquí va una nota sobre la historia de esta película que he condensado de mi libro El Perú imaginado.Representaciones de un país en el cine internacional (2017, Lima: Universidad de Lima).
Personaje central del mundo cultural alternativo de los años sesenta, Dennis Hopper (1936-2010), filma The Last Movie, en Chinchero, Cusco, en 1971.
Dos años antes, asociado con Peter Fonda, produce y dirige Busco mi destino (Easy Rider, 1969), cinta de bajo presupuesto y producción independiente que obtiene un formidable éxito financiero, convirtiéndose en uno de los títulos emblemáticos de la era hippie, del cine de la psicodelia y de la década de los años sesenta. Gracias al suceso internacional de Busco mi destino, Dennis Hopper obtiene financiamiento para viajar a Chinchero y realizar ahí The Last Movie.
Influido por la lectura de la obra de Carlos Castañeda y las películas iniciales del chileno-francés Alejandro Jodorowski, (Fando y Lys, 1968, y, sobre todo, El topo, 1970), Hopper desea rodar en un lugar lejano, con un “aura” poderosa, territorio de búsquedas trascendentes, como lo eran Nepal o el Tíbet, pero también el Cusco. Cuenta con un presupuesto de un millón de dólares proporcionado por Universal.
Hopper elige la localidad de Chinchero –luego de descartar localizaciones mexicanas- para realizar su segundo largometraje, un western extravagante, asimilando el paisaje del Cusco a la corriente principal de la contracultura. Hasta ahí llegan actores como el propio Hopper, Stella García, Dean Stockwell, Kris Kristofferson (autor de la música, junto con John Buck Wilkin), John Philip Law, Peter Fonda, Tomas Milian, Julie Adams, Rod Cameron, Sylvia Miles, y el realizador Samuel Fuller, entre otros, para representar al equipo técnico de Hollywood que filma un violento western sobre las aventuras de Billy the Kid, interpretado por Stockwell.
Al culminar el rodaje, los participantes peruanos, campesinos de la región, sin entender que los enfrentamientos, peleas a puños, uso de armas, así como los “muertos” en la acción, han sido parte de la ficción, se agreden, simulando los incidentes de la trama en la que han participado. El personaje de Dennis Hopper, explorador, buscador de oro, empresario culposo, se convierte en portaestandarte de los postulados de un filme que observa con espíritu crítico la explotación de la imagen de los indígenas por la gran industria del cine.
Objeto imposible de clasificar, The Last Movie es un western, pero también una reflexión sobre el género. Es la crónica de un rodaje ficticio y el documental de filmación (making of) de la película que vemos. Es la historia de una búsqueda mítica en tierras salvajes y el relato de un extravío, de un recorrido extraño y perverso por el universo de una cultura desconocida. Es una parábola sobre el desencuentro de dos mundos antagónicos y una sátira sobre la mutua incomprensión y el desconcierto ante la alteridad. El filme además simula ser un objeto inacabado, un copión sin correcciones técnicas, un producto abandonado en la sala de montaje: ninguna secuencia luce pulida; los cortes de montaje son bruscos y desaliñados; las marcas sobre la película se hacen visibles; los desequilibrios luminosos se ofrecen tal cual.
Ricardo Bedoya