Aquí van algunos otros títulos destacados en esta edición de “Lima alterna”.
“Fordlandia Malaise” (en la foto), de la portuguesa Susana de Sousa Dias, entremezcla imaginarios poscoloniales, fotos históricas y una visión desde lo alto, descriptiva y abarcadora, para acercarse al mundo de Forlandia, esa población que el magnate Henry Ford edificó en el Brasil de los años veinte para imponer su dominio colonial en la explotación del caucho. Tan fascinante como “El laberinto”, esa incursión que realizó Laura Huertas Millán a la mansión ruinosa que levantó un poderoso narco en la Amazonia colombiana.
“Mother, I Am Suffocating. This is my Last Film About You”, de Lemohang Jeremiah Mosese, el realizador de “This Is Not a Burial, It’s a Resurrection”, otro título central en esta edición del festival.
“Mother…” es aún mejor. Apelando al registro documental y a una voz en off que cambia de entonaciones, pasando de la súplica a la impugnación, la película describe el viacrucis de la relación con una madre a la que se invoca, se reclama, se juzga. La silueta penitente que avanza con paso desacelerado se convierte en metáfora de la sujeción colonial y la dependencia a la superstición, pero también del periplo de la migración.
“The Fantastic”, de Maija Blåfield, nos interroga acerca de la percepción de aquello que nos puede parecer insólito, increíble o alucinante. Los testimonios de norcoreanos al ver películas extranjeras, como Matrix, entre otras, dan cuenta de su perplejidad ante representaciones de hechos o de objetos que parecieran ordinarios. Una cita final de Todorov nos sitúa ante la incertidumbre que trae consigo la percepción de lo fantástico: ¿está en nosotros como un desarreglo íntimo o en el mundo que enfrenta una repentina alteración de sus reglas?
“The Plastic House”, de Allison Chhorn, empieza con unos apuntes luctuosos: la realizadora, de origen camboyano, informa de la muerte de sus padres y de su empeño por mantener aquello que recibió como legado. Del documental en primera persona se pasa a un silencioso registro de su propia performance: el cuidado de un invernadero. Lo que sigue es el registro austero de su trabajo y de la devoción que pone en ello.
“Supa Layme”, del japonés Fumito Fujikawa, está realizada en el Perú y es un documental notable que dará mucho que hablar. Ya la comentaremos en extenso.
Ricardo Bedoya