Festival de Lima: Tempestad en los Andes

De producción sueca, Tempestad en los Andes (2014), de Mikael Wiström, es un documental que sigue el itinerario peruano de Josefin Augusta Ekermann (nacida La Torre), sobrina de Augusta La Torre, la camarada “Norah”, primera esposa de Abimael Guzmán Reinoso, y líder de Sendero Luminoso. La joven Josefin, de nacionalidad sueca, hija de un hermano de Augusta La Torre, creció escuchando, por boca de su militante familia, la leyenda dorada del “movimiento revolucionario” que quiso transformar el Perú. Gesta con líderes mesiánicos, plagada de acciones casi heroicas que, según la idealizada versión familiar, fue combatida a sangre y fuego por una represión que frustró el cambio.

Josefin, en compañía del documentalista, viaja al Perú para conocer la “verdad” de lo que ocurrió, contrastando los hechos con la narrativa construida por la memoria familiar.

El documental es, desde el inicio una confrontación con el padre. Como también lo son las anteriores películas de Wiström. En La otra orilla (Der Andra Stranden, 1993), Compadre (2004) y Familia  (2010), las grietas e insatisfacciones de la vida familiar y el cuestionamiento a la figura paterna (o de autoridad, como el propio documentalista) quedan expuestas y se ventilan ante la cámara. En Tempestad en los Andes, Josefin viaja desde Estocolmo hasta Lima no solo desafiando el consejo paterno, sino con el dolor de contrariar la voluntad familiar e inquieta por el desafío que emprende: la intuición le dice que su experiencia en el Perú terminará por derrumbar las convicciones con las que creció.

Wiström construye un dispositivo de confrontación: en Lima, pone a Josefin al frente de otra joven como ella, pero víctima de la violencia. Flor González quiere entender cómo Claudio, su hermano, pudo morir en la masacre de El Frontón, mientras se encontraba ahí apenas acusado de pertenecer a Sendero Luminoso, y sin que existiese juicio en curso. Sabe que las Fuerzas Armadas debelaron el motín con violencia, pero cree que la actitud del muchacho fue inducida por las ideas difundidas por el grupo que lideraba Augusta la Torre. Flor culpa a la familia de Josefin de haber sembrado el fanatismo y provocado la muerte de muchos peruanos.

Indagando por el testimonio de personas que conocieron a Augusta La Torre, y de estudiosos del fenómeno de la violencia en el Perú, Josefin acumula informaciones, pero no puede saber más sobre su tía. Solo encuentra un punto de contacto personal con ella: su vinculación conflictiva con la figura del padre. En el caso de Augusta, sometida a la presión ideológica de dos hombres mayores que ella. El padre biológico, viejo estalinista y seguidor fervoroso de la línea soviética (más tarde convertido a la línea maoísta), y Abimael Guzmán, padre por elección y afinidad, maoísta y polpotiano. La decisión parricida de Augusta, líder fanática de un movimiento enemigo de las iniciales convicciones ideológicas de su padre, guarda algún símil con la decisión de Josefin. Ella también enfrenta al padre, pero desde la racionalidad, el gesto humanista y la búsqueda de la verdad.

La voz de Josefin -narradora en sobrevoz del documental-, que descubre en el Perú las huellas dejadas por la violencia y contrasta la verdad con el mito heroico que le narró su familia, asume un estilo epistolar. Es como si la joven leyera una carta personal dirigida a su propio padre. Carta de reproche, decepción, distanciamiento, aclaración.  Palabras dichas sin acritud; solo con desencanto. El documental registra  un recorrido hacia la lucidez.

Ricardo Bedoya

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