Cachirulo

 

Hace unos días murió Rodolfo Rey, llamado Cachirulo.

Más conocido por sus shows televisivos, Rey tuvo una participación importante en el cine peruano de los años sesenta.  

En 1964 se inicia un período de coproducciones entre México y Perú. El punto de partida lo da la película “Operación ñongos” (“Un gallo con espolones”, 1964), de Zacarías Gómez Urquiza.

Las películas que se hacen bajo el régimen de coproducción aprovechan la existencia de una norma promocional de liberación tributaria, Ley 13936, dictada en 1962 por el segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche,  para las cintas rodadas en territorio peruano.

Para acogerse al beneficio tributario de promoción fílmica solo se requiere la intervención de una empresa formada en el país e incluir paisajes y actores peruanos. Se aprovechan escenarios locales con fines de promoción turística y se apela, como anzuelo publicitario, a la figuración de figuras de la televisión, aún joven.

Dos personajes de la televisión, los comediantes mexicanos Rodolfo y Ramón Rey, llamados Los Hermanos King, promueven esa inversión de la industria mexicana en el cine del país, en sociedad con el productor Edgardo Gazcón.

Conocidos como Cachirulo (Rodolfo Rey, nacido en 1926) y Copetón (Ramón Rey, nacido en 1927), los hermanos Rey se convierten en estrellas de América Televisión y luego de Panamericana Televisión. Ello les permite impulsar la producción de “Operación Ñongos”, a la que siguen otras cintas de producción mexicana como “Cargando el muerto” y “Falsificadores asesinos”, dirigidas por Zacarías Gómez Urquiza, ambas de 1964. 

Los Hermanos King canalizan la inversión mexicana, en un momento de disolución de su gran industria, hacia el cine peruano. A partir de entonces, se produce una seguidilla de títulos ambientados en Lima y otras localidades que intentan lograr una doble rentabilidad. La primera, en el mercado mexicano, motivando la asistencia del público con la presencia en la cabecera del reparto de figuras conocidas de esa cinematografía. La segunda, en el mercado peruano, teniendo como figurantes a conocidas figuras de la televisión.

Los principales inversionistas, reunidos en la empresa Filmadora Peruana, son el peruano Alfredo Gallo Best, gerente de la distribuidora Eduardo Ibarra, titular de la exclusividad de los derechos de exhibición en el país de las cintas de Pelimex, junto con los productores mexicanos Alfonso Rosas Priego y Antonio Matouk. Más tarde, se asimilan a la producción de estas películas algunos nuevos inversionistas, agrupados en la empresa Cine Industrias Perú, conformada por el peruano Juan Languasco de Habich, el mexicano Mario Almada y el estadounidense Harry Smith.

El empeño dura poco. El golpe militar de 1968 ahuyenta esas inversiones.

 

Ricardo Bedoya

One thought on “Cachirulo

  1. Dos o tres días antes de Rodolfo Rey, Cachirulo, falleció en Lima Alfredo Gallo Best, por muchos años el hombre fuerte de la distribuidora de películas mexicanas Eduardo Ibarra. El testimonio oral de Gallo Best hubiese resultado utilísimo para conocer más en detalle tanto el asunto de las coproducciones de los años sesenta como el negocio de las películas mexicanas en Lima.

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