Oscar 2016

¿Qué es lo que premia el Óscar? ¿Una idea del cine como objeto artístico y comercial a la vez? ¿La película que encarna la tradición del gran espectáculo popular que Hollywood acuñó a inicios del siglo XX? ¿La máquina que haya logrado halagar al gusto promedio, sumando millones en la taquilla planetaria?

No necesariamente. Cada año, la Academia de Hollywood se celebra a sí misma con el voto masivo de sus miembros, destacando aquello que identifica con cierta noción de ‘prestigio’ y ‘calidad’. Películas ‘serias’, si no solemnes, con un toque de novedad –pero no tanto– y de ‘tema’ pulposo, que motive el debate, pero no audaz.

De preferencia, alejadas de las reglas genéricas. Desde siempre, los mejores y más inteligentes entretenimientos resultaron mal calificados. Hitchcock jamás recibió un Óscar como mejor realizador y Spielberg tuvo que esperar hasta La lista de Schindler para obtenerlo.

Los productores votan por los títulos que exhiben los mayores ‘valores de producción’, luciendo sobre la pantalla los dólares que costaron y la buena gestión de ellos (en los últimos años están El discurso del Rey, 12 años de esclavitud). Los directores recompensan al par que dio el golpe de efecto del año, logrando alguna secuencia deslumbrante, como ocurrió con Gravedad o con Birdman. El gremio de actores elige al colega con mayores atributos para el transformismo y, tanto mejor, si el papel le da oportunidades para la exhibición masoquista (Daniel Day-Lewis, Cate Blanchett, Julianne Moore, Meryl Streep, Eddie Redmayne). Los técnicos en fotografía, edición, sonido, privilegian las proezas visibles y los estilos suntuosos.

Esas preferencias arman un retrato robot de las preferidas y excluidas en 2016.

Comencemos por las últimas. Que Carol haya quedado fuera de la competencia resulta inexplicable y escandaloso. La película se cuenta, sin duda, entre lo mejor que haya dado el cine de Estados Unidos en los últimos tiempos. Es una cinta virtuosa, pero sin alarde, lo que la condena. El artículo sigue aquí.

Ricardo Bedoya

Publicado en la edición de la revista Caretas del 25 de febrero de 2016

 

One thought on “Oscar 2016

  1. La llamada “Academia” de los Oscar no está compuesta por un jurado de notables allegados al cine directamente como sucede en los grandes Festivales de cine como Cannes, Venecia o Berlín que dependiendo de su composición puede transmitir una variopinta apreciación cinematográfica que es dirimida por su Presidente quien, a su vez, es cambiado año tras año. Además a estos festivales las películas postulan y pueden ser seleccionadas por un staff permanente con suficiente bagaje y buen gusto cinematográfico.
    En cambio los nominados y los premios del Oscar son decididos por gente que muchas veces tienen el nivel de cultura cinematográfica del público aficionado acostumbrado a los parámetros que Bedoya describe en su muy importante artículo; los cuales, sin embargo, tienen derecho a voto.
    Estos miembros se guían mucho por los premios anteriores de la temporada, por la campaña de los lobbies formados principalmente por los productores y también por las listas anuales de conocidos críticos de cine norteamericanos que difieren mucho de lo que valoraron en su momento en sus reseñas. ¿ Y porqué difiere? No tengo idea y prefiero no especular con probables razones.
    Pero en los últimos tiempos, el Oscar se ha vuelto una premiación inclusiva, política que, más allá de los méritos artísticos o populares, tiene que nominar casi en forma obligada a referentes iberoamericanos o negros. En efecto, hasta hace unos pocos años, siempre había un nominado español y ahora están de moda los mexicanos. Y esto sin contar que el Oscar es el único premio que utiliza la “ley de la compensación” que este año se podría aplicar al caso Di Caprio.
    Es por estos motivos que no es raro que una película como “Carol” ,casi una obra maestra, no esté nominada a mejor película y que un director tan pensante y capaz como Spike Lee reclame y llame a boicotear al Oscar por la ausencia de nominados negros como si existiera una cuota para ellos.

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