Los locales cinematográficos y el fuego destructor mantienen, por desgracia, una relación antigua. En los inicios del cine como espectáculo, en 1897, un incendio destruyó el Bazar de Caridad en París, muriendo más de un centenar de personas. En 1982, una explosión de películas en soporte de nitrato provocó una tragedia en la Cineteca Nacional de México, con un número hasta hoy indeterminado de víctimas.
Y existen muchos casos más, todos tan lamentables como el que ocurrió ayer en UVK Larcomar.
Evitar que algo así vuelva a ocurrir solo puede conseguirse previniendo y tomando seguridades. Los que vamos a menudo a los cines sabemos que las medidas de seguridad que existen en ellos son muy frágiles.
Un recuerdo para Sonia Repetto, una de las víctimas del incendio. Estuvo en el negocio del cine desde muy joven. La conocí en 1973, cuando trabajaba en Artistas Unidos. Recuerdo que conversábamos sobre la censura de entonces y de los vetos a “Último tango en París” y “El Decamerón”, que eran de su compañía. Luego estuvo en la Corporación Nacional de Exhibidores Cinematográficos y en UVK. Siempre activa y tomando decisiones. Condolencias para su familia.
Ricardo Bedoya
Me sumo a las condolencias por el fallecimiento de Sonia Repetto que hago extensivas a los otros empleados de la empresa fallecidos. Sonia Repetto fue también Gerente de la MGM en el Perú.
Una espectadora notoria me comentó un día que le daba angustia ir a las funciones de los sábados del MET, pensando en un sismo. Ahora veo cuánta razón tenía. Se invierte tanto, se lucra tanto en el lugar más visitado del Perú y no hay un sistema de salvoconducto donde podría presentarse la catástrofe del temblor en cualquier momento…
Gerente de UIP también. Una pena. Condolencias para sus familiares.