Balance del Festival de Lima 2013

 

                                 

Este balance del pasado Festival de Lima se publicó en la edición No. 26 de la revista “Velaverde”.

Con la clausura de la décimo sétima edición del Festival de Lima, organizado por la PUCP, se cierra la temporada de festivales competitivos de cine en Lima. Hemos asistido a cinco festivales (los anteriores fueron FIACID, Out-Fest, Lima Independiente, Transcinema) en pocos meses. Es magnífico que eso ocurra. Tal variedad, lejos de ser causa de confusión, permite ver con claridad lo que pasa en el cine de hoy.

¿Qué diferencia al Festival de Lima de los otros? Ante todo, su carácter pionero. Luego, su convocatoria (bordea los cien mil espectadores). En tercer lugar, su excelente organización. Los títulos anunciados se proyectan y a la hora señalada. Ocurren algunos imprevistos o errores, pero ninguno que reste méritos al empeño.

Los otros festivales, sobre todo Lima Independiente, ofrecen películas elegidas por una “curaduría” que privilegia lo nuevo y lo experimental. El Festival de Cine de Lima, en cambio, prefiere el eclecticismo en la selección competitiva. Eso propicia una selección de “vitrina” que exhibe filmes valiosos, originales y arriesgados en su expresión junto con otros que se ajustan al estándar del cine que se hace en estas tierras y que no merecen competir.

Lo mismo ocurre en la competencia documental: al lado de reportajes periodísticos más o menos televisivos hallamos verdaderos documentales de creación, que son los que importan en un festival de cine.

Muestra, además, carencias que no se superan. Siendo un festival de cine latinoamericano, se echan de menos retrospectivas que revisen las obras de autores clásicos, géneros y actores del pasado. Es decir, proyecciones y actividades que llamen a la reflexión y al debate sobre la historia y el presente.

En esta edición, el Festival de Lima mostró una selección pareja. En el conjunto destacó la presencia chilena. Los sistemas de apoyo estatales funcionan, la producción se ha incrementado y las películas de Chile reciben atención y reconocimientos en los festivales. “Gloria”, de Sebastián Lelio, es el ejemplo cabal de un filme destinado a triunfar. Paulina García, la actriz principal, impone su fuerza, pero también su fragilidad, de principio a fin. Y el agridulce relato apuesta a sintonizar con las expectativas del público: es el drama humano y de sentimientos contrastados de una mujer mayor que aprende a “bailar sola”. Gloria tiene el aroma del Óscar de Hollywood. Veremos qué pasa en febrero.

Notable la película chilena “Yo soy mejor que vos” –que no se incluyó en la competencia oficial– y que revela a un cineasta de fuste: Che Sandoval. Un perdedor vocacional recorre bares, discotecas y las calles de un Santiago anónimo y casi laberíntico. En la banda sonora escuchamos unos diálogos sabrosos en su malicia e ingenio. La deriva urbana y el desarraigo filmados con un estilo desaliñado pero potente, casi visceral.

El comentario sigue aquí: http://www.revistavelaverde.pe/?p=5342

 Ricardo Bedoya

One thought on “Balance del Festival de Lima 2013

  1. De acuerdo contigo Ricardo. Aunque creo que falto mencionar, y a la vez hacernos una posterior reflexión de su significado, sobre lo que a mi parecer fue novedoso en este último Festival de Lima. La presencia de Alexander Payne fue en definitivo algo que puso la diferencia en esta edición. Contar con una presencia como la de este director, además de haber tenido la oportunidad de ver su último estreno (estreno oficial de su versión definitiva, dijo), provoca una ventaja tanto para el mismo Festival como para Lima misma, siendo esta vista por los de afuera como un espacio que difunde cine, digna de ser tomada en serio.

    ¿Qué implica la presencia de un cineasta respetado en nuestra capital? Que en posteriores años directores o productores pongan miras en nuestro país como un punto importante para difundir sus películas, y esto por donde lo veamos es ventajoso. Por mi lado, y a raíz de esta reflexión, celebré la llegada de Payne, pero lo cierto es que no había pensado en otras cosas. Cuestiones que ya durante el proceso del Festival me percaté.

    La esencia de todo festival es ante todo la programación de películas novedosas, aquellas que es casi remoto no veremos en cartelera, y que ciertamente son las que nos dan ventana a lo que está sucediendo en el cine actual, sea latinoamericano o dónde sea. Respecto a este punto, el Festival de Lima, así como lo recuerdo el año pasado, continuó con una selección muy contradictoria. Mismos argumentos que mencionas. Ahora, hay otro punto fundamental que todo público de festival espera en este. Todo festival es espacio de encuentro con sus protagonistas, son las charlas, conversatorios, debates, espacios en los que el espectador tiene un alcance de primera mano para enterarnos más sobre el imaginario que rige en las películas que se van proyectando.

    Frente a esto, se contó con la presencia de Alexander Payne, luego también llegó Peter Biskind, pero qué pasó con Amat Escalante, Kleber Mendonca, Sebastián Lelio y otros directores que interesan tanto como Payne, no porque su cine sea mejor o más anómalo, sino porque es otro tipo de cine que también es interesante y también merece reflexión. Al parecer el chileno José Manuel Sandoval estuvo paseando algunos días por el Festival de Lima, pero no se le convocó para que encabece una mesa. Y aquí va la pregunta: ¿hasta que punto sirve contar con la presencia de un director conocido si esto contempla por otro lado sacrificios?

    Lucía Puenzo llegó, sin embargo no creo que una película como “Wakolda” merezca de mucha reflexión. Esto a comparación de “Heli”, película que aquí también tuvo opiniones divididas. Entonces, sí existen razones para traer a su director, esto porque genera ese ambiente propio de todo festival, al menos lo que se espera de uno. En fin, lo que se espera es que en cierto modo la llegada de Alexander Payne tenga sus efectos posteriores. Y por qué no mencionarlo, la llegada Apichatpong Weerasethakul ha significado igual de beneficioso. Lima, y gracias a estas visitas, está asumiendo un perfil que se irá haciendo conocido cada vez más fuera de nuestro territorio. Ser incluidos dentro de la movida, implica pues que nos aseguremos de aquí a algunos años, la llegada de un número de filmes superiores a la que hoy estamos acostumbrados.

    Saludos.

Agregue un comentario a Carlos Esquives Cancelar respuesta

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

*
*
Website