Se ha publicado este pronunciamiento de la comunidad cinematográfica al que me adhiero.
Ricardo Bedoya
Pronunciamiento de la comunidad cinematográfica peruana rechazando el indulto a Alberto Fujimori
El cine no es un mero instrumento de entretenimiento, de evasión de la realidad, ni una mercancía. También cumple la función de afinar el sentido crítico de la ciudadanía como instrumento para la construcción de la Memoria, la que está al servicio de un país que necesita conocer su historia para no repetir los errores del pasado.
El 24 de diciembre de 2017 quedará marcado como uno de los días más oscuros en la historia del Perú, debido a que el presidente Pedro Pablo Kuczynski otorgó el indulto al dictador Alberto Fujimori Fujimori, perpetrando así una burla a la memoria de las víctimas de la dictadura fujimorista y un retroceso en la defensa de los Derechos Humanos, lo que ofende y divide a la población en general.
El presidente Kuczynski fue elegido democráticamente por el pueblo, gran parte del cual esperaba reformas y avances en materia de respeto a la justicia y a los DDHH, que son la base mínima para una real reconciliación del país. Sin embargo, ha convertido su presidencia en una puerta a la impunidad y al servicio de las ambiciones fujimoristas.
Por todo ello, quienes nos dedicamos al cine, nos unimos y levantamos nuestra voz de rechazo a este indulto que se disfraza de “humanitario” y es un simple trueque político de impunidad por votos que garanticen el poder y el blindaje ante la justicia. No podemos ser ajenos a la realidad de nuestro país, que es el lugar que nos acoge y que retratamos en nuestras películas. Nuestro sentir como cineastas y ciudadanos es la indignación, y nuestro deber la defensa de la Memoria ante estos hechos condenables.
Que estos tiempos oscuros no sean un motivo para bajar los brazos y el volumen de nuestra voz, sino una razón para mantenernos unidos en defensa de la memoria y la dignidad.
¡Bravo! No es que yo voy al cine para evadir mi realidad.
Me adhiero al pronunciamiento pero no dejemos que la indignación solo quede en palabras. El cine es un arma muy poderosa que puede reivindicar nuestra memoria herida.