Asu mare 3

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“Asu mare 3” cierra la serie de películas con Carlos Alcántara que inició la productora Tondero en 2013. Al menos eso parece desprenderse de las despedidas y agradecimientos formulados por el actor-autor (¿?)  antes de los créditos finales.

Hacen bien Tondero y Alcántara en ponerle fin porque el chiste ya no da para más. Se agotó hace un tiempo y no hay más vuelta que darle.

Eso se evidencia en esta segunda secuela. 

Si las dos primeras películas, a pesar de sus carencias, intentaban narrar una historia y sintonizaban con cierto espíritu de la época con su rollo aspiracional, de pletórica autoconfianza y exitismo a toda prueba, aquí todo parece haber sido pasado por un procesador de alimentos.

Solo queda el picadillo. Chistes verbales que se suceden a la atropellada. Pequeños sketches que parecen concebidos para ser vistos en la pantalla de un Smartphone. Situaciones que pudieron tener un desarrollo hilarante, como la del inicio de la luna de miel, pero que terminan por diluirse. Y algunas secuencias en Miami que solo se explican como un guiño al potencial público latino de Florida.   

Las risas deben llegar, con frecuencia cronometrada, con cada frase ingeniosa o interjección, porque el lenguaje es más desenfadado aquí: del “asu mare” se ha pasado al “chesu…”    

El tratamiento cinematográfico quiere ser ligero y creativo, pero se limita a multiplicar las transiciones bruscas, los barridos, y  a agitar el ritmo con un montaje nervioso. Intenta que la película se vea más dinámica, pero solo la samaquea. 

Por ahí vemos alguna escena que funciona, como la de los golpes de la novia en el umbral de la puerta de la habitación, provocados por la torpeza de Cachín, en una línea que parecía orientarse al humor físico, de golpes y porrazos, en estilo slapstick, pero el pasaje es solo un fogonazo.

Hablar de guion sería un exceso. La única línea narrativa estructurada (vamos, es un decir) es la de la trama secundaria sobre la paternidad responsable de Cachín, que termina imponiéndose como un acto de contrición aleccionador.

También sería un despropósito hablar de actuaciones. Vemos a muchos actores conocidos, pero no interpretan ni se les puede considerar personajes.   Aparecen, hacen un gesto, una mueca, un tic, dicen una línea, y a otra cosa mariposa. El “cameo” se convierte en un “product placement” adicional.

Ricardo Bedoya

 

One thought on “Asu mare 3

  1. Qué horror! En este único caso sí aceptaría que doblen la película al español castizo o incluso al inglés por qué no. Da igual.

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