Víctor Hugo Palacios envía, desde Chiclayo, este artículo sobre la persistente labor de difusión de la cultura cinematográfica que realiza el Cine Club de Lambayeque

El Cineclub de Lambayeque es un espacio de difusión del cine en la ciudad de Chiclayo que próximamente cumplirá 13 años. Una iniciativa que tiene un carácter alternativo y un sentido comunitario, con una constancia inusual en esta clase de actividades en el país y contratiempos en el camino que la han vuelto sin duda admirable y ejemplar.

Se trata de un proyecto independiente nacido en 2007 durante la gestión del ex Instituto Nacional de Cultura Lambayeque bajo la dirección de Carlos Mendoza Canto, y ha sido sucesivamente acogido en sus actividades de cinefilia y cinefórum en distintas sedes de instituciones civiles de la ciudad (Colegio de Periodistas, Ochocalo restaurante espectáculo, Colegio de Arquitectos, Colegio de Médicos, etc.).

Además de Carlos Mendoza, integran el Cineclub Lady Vinces, César Vargas, Luis Camasca, Heydi Pastor y Miguel Cabezas (todos ellos egresados de la carrera de Comunicación de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque), a quienes se suman algunos colaboradores como el autor de esta nota.

A lo largo de su trayectoria, el Cineclub ha organizado ciclos temáticos y de autores, así como exhibido considerable producción cinematográfica nacional y local y selecciones de festivales nacionales e internacionales, además de organizar exposiciones, conferencias y otros eventos vinculados con la cinefilia.

Todo este esfuerzo, sin recompensa material alguna y con una fe contagiante y robusta en noches de escasísima concurrencia alternadas con llenos memorables, ha recibido recientemente un reconocimiento extraordinario que nos hace felices a todos los que participamos de alguna manera en el apostolado de cine, más aún en la incertidumbre de estos tiempos de transición tecnológica.

El Cineclub postuló exitosamente al concurso anual de Estímulos en Cultura del Ministerio de Cultura, específicamente de la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO), con la propuesta de una programación relacionada con la reflexión en torno al Bicentenario de la Independencia del Perú.

El incentivo conseguido con esta distinción cubre dos años de permanencia de la sala. Un premio que ya ha permitido a sus integrantes alquilar un espacio propio, ampliar la oferta de exhibición y planificar una actividad más frecuente con la idea de convertirse en un centro cultural que gire alrededor del cine y la cinefilia.

Una encomiable ambición que contempla estrenos peruanos e internacionales, presentaciones de libros, muestras fotográficas, conversatorios, talleres, etc., con una apertura a una mayor diversidad de públicos, incluida la población infantil y el adulto mayor. Lo que, desde luego, constituye una noticia estupenda para la vida cívica y cultural de esta parte del país.

En representación del Cineclub de Lambayeque, Lady Vinces Cruz declara con entusiasmo: “estamos convencidos, además, de que este fondo involucra una mayor responsabilidad con el Estado peruano y lo tomamos de esa manera, pues se está cumpliendo un rol, el de fortalecer proyectos ciudadanos que se convierten en agentes de cambio dentro de nuestras comunidades”.

Sin perder la oferta de gratuidad, aclara, “se pondrán para algunas actividades precios muy módicos y al alcance de todos los ciudadanos, porque existimos para ellos. Han sido 13 años, y esperamos sigan siendo muchos más”. Y añade: “queremos que nuestro modelo de gestión social autosostenible pueda impulsar a otros, que con honestidad sigan creyendo en lo mismo, que el arte y la cultura son elementos de desarrollo en nuestras ciudades”.

 Víctor Hugo Palacios Cruz