Este año elijo solo 5. Podría elegir más pero quiero ir por las que realmente más me movilizaron y recomiendo ver con toda intensidad. Me sorprende ver que de las 5, 3 son documentales y una está basada en un caso real.

1) “Mi maestro el pulpo” de James Reed y Pippa Elhrich. Es el documental que me hubiera gustado hacer por su entorno (el fondo del mar), por su historia (la de un hombre y un ser primitivo), por su halo Disney ligado al duelo. El título lo dice todo: un hombre quebrado se ve profundamente transformado por su encuentro con un pulpo. Es la película más hermosa que vi en mucho tiempo. Un encuentro filosófico y comunicacional al estilo “La llegada”. (Netflix)

2) “Mistify” de Richard Lowenstein. Impecable documental sobre el trastorno depresivo de Michael Hutchence, un hombre hermoso que no logró redimirse. Es para los fans y para todos aquellos que se sintieron subyugados por los movimientos dionisíacos de Michael. Además, arroja luz respecto de la causa de su partida de este mundo (Netflix)

3) “Moving on” de Yoon Dan-bi (En la foto). Precioso relato de una mujercita que se enfrenta a una pérdida en plena adolescencia. Los lazos familiares, al estilo Ozu aunque la directora es coreana, son los protagonistas de este bello film que transcurre casi exclusivamente en una casa. (Festival de Mar del Plata).

4) “El caso de Richard Jewell” brillante como siempre Clint Eastwood para elegir casos de la crónica periodística y replantear y mostrar el lado B del héroe. La perversidad del sistema en todo su esplendor. Fue además de las últimas películas que vi en la sala.

5) “Un sueño hermoso” de Tomás De Leone. La trama detrás del rodaje de “De eso no se habla” de María Luisa Bemberg y la desgarradora historia de su protagonista: Alejandra Podestá. (CINE.AR)

Lorena Cancela, Argentina.