El jueves 23 arranca la edición 2014 del Festival Transcinema. No se han anunciado aún todos los títulos, pero hay algunos que no se pueden perder.
Las indispensables
– “Es duro ser Dios” (fotos de arriba), la película póstuma de Alexei Guerman, es de las que no se pueden perder. Una insólita mezcla de filme de ciencia-ficción y fresco histórico. Es un retrato abigarrado, intenso, duro, hermético, de un barroquismo exacerbado. Pero es también un espectáculo virtuoso y exigente. Solo se pasa una vez. Debería repetirse.
– “La princesa de Francia”, del argentino Matías Piñeyro, es una original variación de los encuentros azarosos y los desencuentros de los personajes de las películas de Rohmer. Filmada con talento y encanto, es una de las mejores películas latinoamericanas del año.
-El escarabajo de oro, de Alejo Moquillansky, es otra buena película argentina. Original y divertida sátira del cine dentro del cine, con aventuras en busca del tesoro perdido y otras extravagancias que parecen parodiar a las “Historias extraordinarias” de Mariano Llinás.
-“Hasta que la locura nos separe”, del chino Wang Bing, uno de los documentalistas clave en el cine de hoy.
-“Maidan”, de Sergei Loznitsa, que, lástima, solo se pasa en la función inaugural.
-“Jauja”, de Lisandro Alonso, que se podrá volver a ver, luego de su pase por el Festival de Lima.
-“From What Is Before”, de Lav Diaz, el realizador de “Norte”, la gran película que vimos en Lima independiente.
Las que prometen
-“Favula”, del argentino Raúl Perrone
-“15 días en la playa”, de Flavia de la Fuente.