Emilio Moscoso nos envía, con pedido de publicación, esta opinión sobre el reciente concurso de proyectos de documentales. Su texto dice:
- En el último Concurso de Proyectos de Documentales, correspondiente a la Categoría Documental, el premio obtenido, reservado para Regiones, no ha sido otorgado a un director que realice sus actividades en las respectivas Regiones. Las bases del Concurso establecen que de tres premios, uno de ellos será para las empresas domiciliadas en las Regiones del país ( excepto Lima y Callao ). El Director ganador de ésta ha cumplido la formalidad legal, sin embargo, ¿ese fue el espíritu de otorgamiento de beneficios exclusivos para las Regiones?
- Este dispositivo legal buscaba cumplir una exigencia histórica de carácter inclusivo, generar un espacio para que técnicos y directores, fundamentalmente de las Regiones, tuvieran opción a recibir aunque sea ” alguito ” de lo poco que tiene como fondo el cine peruano a fin de realizar sus producciones.
- La ley de cine promueve la creación de empresas y éstas participan en los Concursos, por ello no había forma legal que incidiera en personas (llámese directores o técnicos de participar en los Concursos como persona jurídica). Se confió en que los cineastas limeños (o que han migrado a Lima), respetaran y no crearan o usaran registros de empresas en las Regiones a fin de hacer “menos difícil ” su anhelo sano de ganar en los Concursos.
- Reitero que dicho dispositivo fue para favorecer a aquellos cineastas de Regiones que ejercen su vocación, sufren contratiempos para producir por las limitaciones que todos conocemos y sin embargo tenazmente y a fuerza de empuje sacan adelante la cinematografía regional.
- No tengo nada en contra del ganador, respeto su obra fílmica que prestigia al Perú como cineasta. Sin embargo, pienso que esta vez no ha procedido correctamente, lo que ha impedido que los cineastas Regionales tengan el derecho a ese premio.
- Sugiero que los cineastas regionales se reúnan con el representante máximo de la DAFO a fin de evitar esas situaciones y que si bien legalmente no hay nada que reprochar, hay que cumplir también éticamente para poder decir que la esposa del César no solo debe ser, sino también, parecerlo.
Emilio Moscoso
Cineasta