Nueva opinión sobre Magallanes

 

Uno de los temas en “Magallanes” es el tiempo; para ser más específicos, el tema es el rechazo al tiempo. En la primera parte, la película orbita alrededor de la Ñusta­­, y con ella, el recuerdo de la época del terrorismo. Celina–la Ñusta–es una excusa argumental, sirve para dar pie a la primera parte de la película. En la segunda parte, su personaje se convierte en centro del film.

La forma en que nos presentan a la Ñusta es particular. Damos cuenta que al momento de ingresar al taxi, no vemos su rostro sino hasta cuando se ve reflejado en el espejo delantero.

Por otro lado, acertada la decisión de poner a Bruno Odar junto a Tatiana Astengo; bien en sus papeles, y además se trata de una estrategia para atraer público. La criollada, las lisuras, las actitudes de los personajes son ornamentos muy bien recreados que le dan color a la película. Además, nos sitúan mejor en el espacio-tiempo.

La amistad entre el personaje de Odar y el de Alcázar guarda una relación que también tiene como tema el tiempo. Son dos personas que pertenecieron a un mismo mundo. Se diferencian en la dirección de su rechazo. Mientras el primero rechaza el tiempo que vive; el otro hace lo mismo con el tiempo que vivió.

Magallanes no quiere recordar el pasado, pero la presencia de la Ñusta lo obliga. Entonces, decide adentrarse en el tiempo que no quiere para mejorar su situación económica, la del tiempo presente. De ahí la extorsión.

El asunto de la extorsión viene y se va. No es tan importante en la trama; excepto por una cosa. Podemos decir que gracias a la extorsión en el film, pudimos apreciar el encaramiento de dos mundos: el mundo de Magallanes y el del personaje de Meier. Este acto nos recuerda en qué tiempo vivimos. Es el presente gris de Magallanes, el de la inseguridad, el de la coima, el de la criollada­–recuerden la escena con la vendedora de celulares.

La película, en líneas generales, contiene tres buenas escenas.

La primera es una de las escenas mejor dirigidas. Aquella que se ejecuta en Polvos Azules. La tensión se traslada a los personajes y, entre ellos, al espectador. Un hecho que recuerda el triángulo Juan Rulfo–Juan Preciado–lector[1]. Durante la novela “Pedro Páramo”, Rulfo busca desorientar a Juan Preciado, pero al hacerlo, el efecto también cae en el lector.

La escena del corte de cabello es la segunda. Los dos personajes con una vida muy desafortunada se dan un encuentro. La escena del corte de cabello dibuja ese proceso. A Magallanes y a la Ñusta los unen el pasado y la situación económica que viven. El primero es un taxista con pocos clientes que cuida a un anciano, además de contar con una fallida extorsión; la segunda tiene deudas que superan sus ingresos. Los dos personajes más perdedores se unen. Su mala suerte los une.

En la tercera escena Celina está corriendo. Esta escena guarda un simbolismo de tal grado que la vuelve excelsa. Es Celina tratando de huir del infierno en que quedó, de la ciudad de tiempo malo, del lugar al que llegó después de sufrir barbaridades en su paraíso, paraíso que perdió cuando la llevaron donde el coronel. La ciudad la atrapa; nadie puede escapar de ella. El encuadre final retrata cómo el espacio se impone  al personaje.

Celina es un personaje melodramático, ella es la víctima que ha perdido un “paraíso” y que se ve amenazada por el mundo del vicio. Recordemos aquella escena en que Magallanes le ofrece dinero. Celina no acepta porque es pura, virtuosa, fiel a sus principios y no tomaría el dinero de un tipo que abusó de ella. Ahora, esto cambia cuando quien le alcanza el dinero no es Magallanes. 

Finalmente, ¿quién es Magaly Solier cuando se dirige a Christian Meier en quechua? Es una mujer llorando por su familia frente a un grupo de gente. Es la mujer de la sierra de Ayacucho indefensa y olvidada gritándole al Perú. Es un ser humano reclamándole a otro su falta de memoria, su falta de compasión.

Magallanes nos demuestra que el tiempo en que vivimos no es mejor al del conflicto armado,  sino diferente; es diferente y malo.

Miguel Ángel Villarroel Mas 

 


[1] Pedro Páramo. Rulfo, Juan

Edición de José Carlos González Boixo. Editorial CATEDRA.

2 thoughts on “Nueva opinión sobre Magallanes

  1. No estoy de acuerdo en lo último.Siento que hay un olvido irremediable y posiblemente peligroso en un futuro con respecto a la guerra interna con la que debemos tener un actitud más positiva y tolerante con la gente “olvidadiza”.Vivimos tiempos diferentes en las cuales hemos superado algunas pocas brechas.Continuemos sin atacar y sin menospreciar a nadie.

  2. Me conmueven sobremanera los temas de los que trata la película, me da orgullo la gran actuación de Magaly Solier y me alegra el éxito como director de Salvador del Solar que ha demostrado tener la suficiente visión y sensibilidad para la puesta en escena. Pero eso no quita que hay escenas faltas de sutileza, otras están al borde de la caricatura y hay incluso incongruencias del guion que se tapan con elipsis muy gruesas. Y es que “Magallanes” es una película de acabado imperfecto en la forma pero en su contenido es trascendental para nuestro medio.

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