Knock Knock, seducción fatal

Funny Games + Misery + Atracción fatal + Death Game = Knock Knock, seducción fatal.

O, mejor dicho, Knock Knock es la suma paródica de momentos de cada una de esas películas, o de los conceptos que tenían detrás.

Es como si la película de Haneke –a la que remiten varias escenas, como la del celular empapado y el arroz- renaciera en forma de pesadilla puritana y culposa. Dos guionistas latinoamericanos –el uruguayo Amodeo y el chileno Nicolás López, director de Promedio rojo y de la serie ¡Qué pena…! – ponen el furor acumulativo de las situaciones y, acaso, la inquietud por la quiebra de las reglas de la monogamia, mientras que Eli Roth aporta el gusto por la tortura y por mostrar a los mejores ciudadanos en los peores apuros.

Lorenza Izzo y Ana de Armas –formidables las dos- son impertinentes y deseables súcubos que llevan a Keanu Reeves al grotesco puro. Y a la caricatura de sí mismo. Las dos muchachas –personajes de cartoon– lo arrastran hasta la humillación en secuencias que parecerían de delirio cómico, de puro slapstick, si no lucieran su vocación sádica.

Aunque la premisa se agote a la hora de proyección y la película comience a rizar el rizo, las imágenes finales, con la cámara recorriendo, una vez más, el hogar, dulce hogar, pero ahora profanado por los demonios de la noche y el deseo, tiene una fuerza corrosiva. La misma que tiene la frase final del niño al entrar en su casa y contemplar las ruinas.

 

Ricardo Bedoya

One thought on “Knock Knock, seducción fatal

  1. Por más que se perciban algunos ecos del Haneke de Funny Games, la película es claramente un remake de Death Game (1977), de Peter Traynor. en algunos momentos casi un calco. El final sí es completamente distinto.

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