Capitán América: Civil War

Se multiplican las “ficciones culposas”. “Máxima precisión”, de Andrew Niccol,  y “Enemigo invisible”, de Gavin Hood, muestran las incertidumbres de los responsables de apretar los botones que activan la destrucción desde un drone. Escrúpulos ante el riesgo de “daños colaterales” que, ahora, pasan factura a los superhéroes.

El despliegue de los poderes de Bruja escarlata causa víctimas inocentes durante una intervención en África y los Vengadores corren el riesgo de ser sometidos a controles multinacionales. Un grupo de guerreros acepta la tutela; otro, encabezado por Capitán América, se rebela ante esa posibilidad. Y estalla la “guerra civil”.

El señuelo de los “temas quemantes de hoy” se acomoda al lado de la imagen de Stan Lee, el símbolo de Marvel, haciendo de repartidor de pizzas. De eso se trata en esta seguidilla intercambiable de películas sobre los héroes de la historieta: Lee pone el pan y la mozzarella y cada uno de los proyectos agrega coberturas y acompañamientos.

Esta pizza servida por los hermanos Joe y Anthony Russo tiene, por cierto, más sabor y color que la indigesta y mesiánica de Batman v. Superman, pero el problema está en su receta básica y su ejecución mecánica. Todo está ahí, aceitado, aliñado, ligero y funcional, pero nada destaca ni llama la atención. Es una inmensa bronca de hermanos, donde todos se golpean, pero nadie se daña de verdad. Se quiñan, pero no se quiebran.

Los Russo evitan oscuridades o mensajes cifrados para los “fans”. Les interesa el espectáculo y apuestan a tocar todas las claves genéricas; las del filme de acción, pero también las de la comedia y la aventura. En dos horas y media se suceden tres grandes combates, un diluvio de golpes y estallidos, referencias a “Guerra de las galaxias”, y detalles humorísticos que involucran a un Hombre Hormiga que se estira y se encoge, y al Hombre Araña, adolescente e ingenuo, cometiendo torpezas dignas del cine burlesco de la era muda.

Lo único que importa aquí es anudar varias líneas de acción, incorporar nuevos personajes del repertorio Marvel y preparar subtramas que se engrosarán en los filmes futuros, prolongando la subsistencia de la especie. Es decir, lo de siempre, espolvoreado con intervenciones que se quieren sorpresivas: Pantera Negra (Chadwick Boseman) y el joven Tom Holland como Spider-Man. Personajes que hacen las veces de “anuncios” de las próximas películas de Marvel que, por cierto, cruzarán aún más los arcos narrativos de las historietas originales.

Daniel Brühl, como el villano, parece morir de aburrimiento.

Ricardo Bedoya

Esta es una versión ampliada de la nota aparecida en la revista Caretas del 5 de mayo de 2016

 

One thought on “Capitán América: Civil War

  1. Lo único bueno de estas películas son la crítica de Ricardo Bedoya

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

*
*
Website