Llega con nuevo nombre. Deja atrás “Al este de Lima” y desde ahora se le conocerá como “Festival de Cine Al Este”. Arranca el 24 de mayo. Iremos comentando algunas de las películas programadas en las diferentes secciones. “Debut” es la primera.

En una primera mirada, “Debut”, de Anastasiya Miroshnichenko, luce como un documental sobre la vida cotidiana y las expectativas de un grupo de reclusas en una prisión de mujeres de Bielorrusia. Pero en su transcurso, revela otras dimensiones: es el retrato de cada una de ellas, de sus historias de supervivencia, pero también de su fuga hacia la libertad de lo imaginario, lo que recuerda a “César debe morir”, de los hermanos Taviani.

Una obra de teatro en preparación las une en el trabajo conjunto, las “libera” del cautiverio, aunque sea de modo ilusorio, sin dejar de exponerlas a las miradas vigilantes de los “otros”: la del director de la puesta en escena teatral -implacable en sus observaciones-, la del “publico” y la del ojo panóptico institucional. A las que se suma la del objetivo de la cámara de la documentalista. Miradas que se superponen para controlar mejor a las reas.

Descubrimos que las “performances” de esas mujeres no solo se producen sobre el escenario. Son permanentes. “Actuar bien” es un modo de permanecer, de estar ahí, de ser funcionales al sistema carcelario. Y la mirada documental, intrusiva, no está al margen de esa lógica del control.

Ricardo Bedoya