Después de una larga enfermedad que sumió en el silencio a quien era una conversadora infatigable, ha fallecido Rafaela García Sanabria, por muchos años profesora y, además, Decana en dos periodos de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima a la que estuvo ligada desde sus orígenes. Madrileña, con estudios de Derecho y de Historia del Arte, se casó con Enrique Pinilla y compartió con él, en su estancia parisina, innumerables proyecciones de la Cinémathèque française.

Desde su instalación en Lima a comienzos de la década de 1960, y sin menoscabo de la actividad musical, básicamente como compositor, por parte de Enrique (o Paco, como lo conocimos sus amigos), la pareja se comprometió en diversas tareas vinculadas al campo de la cultura cinematográfica (cursos o proyecciones especiales), hasta que, a partir de la apertura de la Escuela Profesional de Cine y Televisión en la Universidad de Lima en 1968, de la que Paco va a ser el primer director, y luego el nombramiento del mismo Enrique como director del departamento de cine de la Casa de la Cultura, la asociación con el cine será invariable en ellos a través de los años. Yo los conocí, coincidiendo con ellos en muchísimas funciones de esos cineclubes tan activos en los años sesenta.

Rafaela dictó por mucho tiempo cursos de Historia del Cine y, después del fallecimiento de Enrique en 1989, quien por varios años había tenido a su cargo la columna de crítica de cine en el diario El Comercio, tomó la posta a lo largo de los diez años siguientes, casi hasta el filo del nuevo siglo, convirtiéndose en una de las personas de mayor permanencia en el comentario de estrenos en esa publicación. Durante la década de 1990, asimismo, ella fue miembro del Consejo de Redacción de la revista La gran ilusión, que editó la Universidad de Lima, participando de manera activa y entusiasta.

Me unió una muy cercana amistad con Rafa y Paco, especialmente a partir de 1970 cuando ella propuso mi incorporación a la Escuela de Cine y Televisión de la U. de Lima para dictar el curso de Historia del cine contemporáneo, por lo que me resultó muy penosa la partida relativamente temprana de Paco y, ya en los últimos años, el grave deterioro de una personalidad con la pasión e inteligencia de Rafaela. A recordarlos, en lo que toca a este blog, por su contribución a la cultura cinematográfica local, y a ella en particular, por ser una fuente permanente de debates y controversias en torno al cine y a las películas, esos debates y controversias que hoy prácticamente brillan por su ausencia.

Isaac León Frías