No suelo formular opiniones personales que no sean sobre cine en este blog, pero la indignación me lleva a quebrar esa línea. La represión vista anoche en una marcha por la dignidad es criminal. Que las mafias de todo pelaje que han logrado infiltrarse en el poder defiendan de esa manera sus intereses resulta inaceptable. Como dice Alberto Vergara, estamos ante liliputienses ciegos, pero ellos andan con las cacerinas llenas. Y no tienen empacho en vaciarlas.
Solidaridad con todos los agredidos y fuerza.
Ricardo Bedoya