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Peter Greenaway se disfraza de Ken Russell para narrar la historia de la pérdida de la virginidad del director de Acorazado Potemkin. Crónica exaltada y kitsch de los diez días que pasó, en 1932, el exuberante Serguei en Guanajuato durante el rodaje de ¡Qué viva México!, su filme inconcluso.
Pictórico y afectado, como siempre, Greenaway hace su película más narrativa, lineal, verbosa y centrada en la descripción de un personaje. Y la más apegada a las convenciones de un género: el biopic, en la línea estridente y amanerada de los que hiciera Ken Russell en los años setenta y ochenta.
Eisenstein es aquí un creador rebelde, seguro de sí y ególatra que busca prolongar los gestos libertarios de los vanguardistas de los años veinte para disgusto de Stalin, terror de la Paramount , irritación de la burocracia machista mexicana y hartazgo de Upton Sinclair, financista de la cinta mexicana del gran soviético. Solo el amor lo fragiliza.
Ricardo Bedoya
el señor castro cobos se sigue metiendo con bedoya y león frías. por cierto, no hay programa de radio en el que no lo mencione de mala manera señor Bedoya. apreci no puede hacer nada para poner en orden -por segunda vez, porque sabemos que en la primera a castro cobos le quitaron el cargo de vicepresidente por faltas a la ética-? no pasa nada en la comunidad cinematográfica con alguien que lanza barro con ventilador así nomás y va por ahí manchando honras? http://www.limagris.com/y-se-siguio-pudriendo/
Respuesta a Matías
La verdad, no me interesa lo que diga. Y no pienso mover un dedo para rectificar las falsedades.
¿Aún existe Apreci?
Le pediría, Matías, que no traiga al blog esas necedades. Hablemos de lo que importa, del cine y las películas.
Ricardo Bedoya
entendiendo a una lógica democrática, y siendo que este no es un espacio de mi propiedad, le pido disculpas si causé molestias. lo que da rabia es la impunidad de los sinvergüenzas.
Amigo Matías, hay quienes hacen de su vida una descarga permanente de frustraciones y resentimientos. Allá ellos. A quien menciona – que no debe ser querido ni por sus familiares más cercanos- y que va de tumbo en tumbo, pues no lo quieren tampoco quienes fundaron con él Lima Independiente, sólo merece silencio como respuesta. Creo que ya le dedicamos hace algunos años una innecesaria atención.