“El trotskismo bárbaro”, documental de Marcel Gonnet Weinmayer, se presenta como un retrato de Nahuel Moreno, nombre de militancia de Hugo Bressano, influyente dirigente del trotskismo argentino.
Los peruanos encontramos en esta película un interés informativo especial: ver tratadas las circunstancias del famoso asalto al Banco de Crédito de Miraflores en 1962 –que dio materia para la película “Abisa a los compañeros”, de Felipe Degregori, de la que se incluyen algunas escenas- y de hallar entrevistas con Hugo Blanco, con el famoso Che Pereyra, con Leoncio Bueno, entre otros.
Más allá de ese “valor” de reportaje, encontramos poco. La película es más bien desaliñada y caótica en su organización. Incluye sí dos secuencias desopilantes: el registro de una bronca monumental en una universidad argentina, en presencia de Ernest Mandel, donde se debate a gritos – y con el ardor de alguna discrepancia propia de teólogos medievales- diferencias ideológicas; y el retrato de dos curtidos ex militantes trotskistas brasileños convertidos a alguna creencia evangélica. Ufanos, visitan el templo de su propiedad. Cumplieron, al fin, el sueño de la iglesia propia.
Ricardo Bedoya