Películas para ver durante el confinamiento: Du verbe aimer, de Mary Jiménez, por Ana Carolina Quiñonez Salpietro

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Ana Carolina Quiñonez Salpietro nos envía un fragmento de su texto sobre Du verbe aimer, de Marý Jiménez, que se puede ver de modo libre aquí, en Vimeo. El fragmento corresponde a su tesis de maestría, sustentada en la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona, llamada “Una hija pródiga: Mary Jiménez, documentales e intimidad”

 

Du verbe aimer (1984) es la primera película de la saga familiar de Mary Jiménez y la que concentra la mayor melancolía de entre todas las que la componen. Jiménez vuelve a Lima  para  reunirse  con  los  objetos  que  fueron  de  su  madre.  Consuma  un  gesto melancólico.

“Las profundas transacciones entre el melancólico y el mundo siempre ocurren con cosas (y no con personas). Y son transacciones genuinas, que revelan un significado. Precisamente porque están obsesionados por la muerte, son los melancólicos los que mejor saben cómo leer el mundo” (Sontag, 2016).

Jiménez filma los objetos de su madre como si fuesen ruinas, “como formas presentes del pasado” (Zuzunegui, 2017, p121). Decía Benjamin que la ruina o el fragmento era sinónimo  de  algo  coleccionable.  Para  él  “los coleccionistas eran  gente  con instinto táctico” (Sontag, 2016). ¿No es acaso Mary Jiménez la coleccionista que rebusca en recuerdos íntimos? ¿No es la que realiza el inventario de la memoria familiar y de su historia no oficial?  ¿No es la hija que intenta conjurar el duelo hallando la vida que corre por debajo de los objetos?

Las siguientes películas  de la saga familiar también giran alrededor de objetos. De cartas, en el caso de Loco Lucho, y de un certificado de nacimiento y una fotografía antigua, en el caso de Face Deal. “Las alegorías son al pensamiento, lo que las ruinas son  al  ámbito  de  las  cosas”  (Sontag,  2016).  La  alegoría,  comprendida  como  un entramado  de  metáforas,  una  figura  compleja  porque  implica  armar  un  universo alternativo  donde  lo  referenciado  se  esconde, es la  manera  que  tienen  los melancólicos de comprender el mundo.

Antes de viajar al Perú para la filmación, Jiménez tenía claro que quería obtener el anillo  de  su  madre  y  llorar  ante  la  cámara,  “quería  recibir  los  objetos  y  sentir  la muerte.  El problema  cuando alguien  muere y  tú estás  lejos es que no  integras  la muerte” (Jiménez, 2017). Y  así lo hizo.  Filmó sin guion los  afectos del instante,  las emociones que salieron a su encuentro.

Tiempo después,  al mostrar  la primera  edición de  Du verbe  aimer a  un grupo  de amigos, algunas personas le sugirieron omitir la escena del llanto alegando que rozaba lo patético.  Jiménez  decide  dejar  la  escena  tal  como  estaba. “Quería  tener  un testimonio de haber llorado por mi mamá; para eso había hecho un viaje de vuelta al Perú”. Los pensamientos luctuosos de Jiménez son otro rasgo melancólico de su cine. […]

Ana Carolina Quiñónez Salpietro

Citas

Jiménez, M. (2017). El Placer de los Ojos. TVPerú. (R. Bedoya, entrevistador)

Sontag, S. (2016, Setiembre). Bajo el signo de Saturno. Recuperado el 15 de junio 2017, de El  Viejo Topo:  http://www.elviejotopo.com/topoexpress/bajo-el-signo-de-saturno

Zunzunegui, S. (2017). Bajo el signo de la melancolía. Cine, desencanto y aflicción. Madrid: Cátedra

 

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